El lenguaje es la capacidad propia del ser humano para comunicarnos y expresar todo lo que sentimos o nos sucede por medio de la palabra. Para ello, es necesario que desde muy pequeños fomentemos la estimulación del lenguaje en los niños, evitando así posibles trastornos del lenguaje en un futuro.
Hace unos años, la estimulación temprana ha ocupado un lugar importante en el desarrollo de los niños. Debemos saber que los niños, desde que nacen, reciben estímulos externos de su interacción con el mundo, y cuando son estimulados, empiezan a explorar su entorno, adquirir destrezas, habilidades y van desarrollando su propio lenguaje.
Por lo tanto, la estimulación temprana tiene como objetivo potenciar las funciones cerebrales del niño y progresar en su desarrollo evolutivo. Se realiza mediante una serie de juegos y actividades programadas por el especialista, en este caso el logopeda.
Y nos preguntaremos, ¿en qué momento debemos preocuparnos por el lenguaje de nuestros hijos?, aquí unas pequeñas pautas:
- Si al año no emite ninguna sílaba ni señala con el dedo.
- Si a los 18 meses no emite sonidos o si no reconoce personas y objetos.
- Si a los 2 años no dice palabras cercanas a él, como mamá, papá, agua, pan, etc.
- Si a los 3 años no emite palabras ni comprende oraciones sencillas.